Thursday, January 04, 2007

NO SE LUCHA CONTRA LA BARBARIE CON ACTOS BÁRBAROS

El mundo resulta desde el 30 de diciembre un poco más inseguro. Las siniestras imágenes, con calidad de video doméstico, en las que se ve a Sadam Hussein con la soga al cuello a punto de desplomarse por una trampilla son deleznables e inadmisibles.
Tanto el ahorcamiento que se produjo, en pleno siglo XXI, como su retransmisión deben causar vergüenza a las gentes de buena voluntad. De hecho, se convirtió en un espectáculo multimedia algo tan serio como la ejecución de una persona.

Es cierto que Sadam era un tirano. No era un gobernante legítimo, puesto que asumió el poder mediante un golpe de Estado, liquidó todas las instituciones políticas del país y gaseó y mato a cientos de personas. También es cierto que era un dictador y un ser despreciable, pero por malo que fuera, a los ojos de cualquier demócrata, no es aceptable la pena de muerte.

Además el teórico juicio justo, según dice la administración estadounidense, al que se ha sometido al sátrapa de Sadam deja mucho que desear.
En un país como Irak donde no hay orden ni justicia y mueren 50 personas cada día sin que haya investigaciones ni procesamientos resulta una parodia hacer creer a cualquier persona, con un mínimo de sentido común, que hubo un juicio legal.
Ni siquiera el Presidente del país, el Kurdo Jalal Talaban, tuvo tiempo de firmar la sentencia de muerte. Un juez comunicó la resolución del Tribunal de Apelaciones al pie de la horca.

Por lo que, la metodología utilizada para deshacerse del dictador fue un auténtico error y de la forma en que se grabaron las morbosas y demoledoras imágenes no deja de ponerse a prueba los estándares periodísticos occidentales.
La ejecución del ex Presidente de Irak no satisface la justicia nacional iraquí, ni la justicia internacional y tampoco ayudará a la reconciliación entre las comunidades enfrentadas en Irak.

El criminal Sadam pasa a la historia con el mismo lenguaje que han utilizado los fanáticos de Al- Qaeda para justificar sus atrocidades y el mismo que ha utilizado Bin Laden para acojonar a los occidentales. Es decir, con el degüello de sus secuestrados.
El supuesto nuevo Estado iraquí democrático tendría que haber dado ejemplo a Oriente Medio y al mundo de que era capaz de juzgar con fiabilidad y condenar duramente, por ejemplo, a cadena perpetua.

La ejecución generará más violencia. Lo más razonable era realizar un juicio justo y no dar un ejemplo de más violencia. La justicia iraquí, o la internacional si se la hubiese dejado actuar, no precisaba ser generosa sino justa, para de esta forma evitar que Sadam se convirtiese en un mártir o en una figura que ahora usaran sus partidarios para seguir matando y sus verdugos para defender la condena.

La pena de muerte es una medida retrógrada y es incompatible con la democracia. No se puede castigar un crimen con otro crimen y estoy totalmente de acuerdo con la afirmación del comisario de la Unión Europea, Louis Michel, el cual dice que “no se lucha contra la barbarie con actos bárbaros”.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Me sigues provocando sueño. Por cierto, bastante lamentable que tengas que recurrir a este tema, a día 4 de enero, para echar cortina de humo a lo que os mancha en estos momentos: el atentado de ETA. Feliz Año.

10:54 AM

 
Blogger Jose Ramón Francia said...

Despreciable bostezante:

Por segunda vez te diriges a mi persona y no a mi escrito.

Si eres capaz de razonar, desarrolla tu pensamiento crítico argumentándolo.

Agradezco todo tipo de comentarios si son constructivos, tanto desde el punto de vista positivo como negativo, pero creo que no es el lugar adecuado para los ataques personales.

Por otra parte, entiendo que eres partidario de la pena de muerte y que has disfrutado con la imágen del dictador balanceándose. Desearía que no necesites este tipo de imágenes para despertarte.

Finalmente, si mi blog tanto te desagrada, dedica tu tiempo a otra actividad que no te haga bostezar y a ver si así aprendes a ser más creativo.

12:07 PM

 

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